miércoles, 23 de septiembre de 2009

Momento

La sensación fué parecida.
Calor, el sol afuera, y las cortinas ensombreciendo la habitación.
Y en un momento, un mar de sensaciones.
Ese pegote en la ropa.
En la piel.
En todo el cuerpo.
El delicado bamboleo de las cortinas con el viento, que se niega a refrescar de verdad.
Solo acariciando de tanto en tanto.
Por un momento.
Y después otra vez el calor.
Hay que hacer silencio.
La sensación de jugar con lo prohíbido.
Ese sabor especial.
Entre el sudor.
Los besos.
La saliva.
Calor afuera.
Calor adentro.
Calor dentro.
La habitación en sombras calientes.
Mientras en el exterior el sol quema.
Las chicharras.
Esa somniolencia.
Las caricias que se enredan, pegoteadas.
Shhh!
Escuchaste algo?
Me parece que esta viniendo...
...
No, no viene nada.
Igual paremos, hace mucho calor... mejor vayamos a la pileta.

Caricias de amor de verano, a la hora de la siesta.

Fué un lindo recuerdo.

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