Despedida

Y se fué el tren nomás...
Se tomó unos minutos, pero finalmente partió.
Y se llevó una de las risas más lindas que conozco.
Se la llevó de nuevo para San Petesburgo.
Y temo por las altas posibilidades de que esa haya sido la última vez que la ví...

Lloraba y se reía cuando nos despediamos todos.
Budapest la imitaba y llovía con sol.

Se fué Tatiana.
Una de las tantas despedidas que estoy teniendo estos días...

Fiesta

Hubo fiesta. El aire esta extranio, los pasillos se sienten raros, la gente mira como no miraba antes.
Se van.
Muchos se van, vuelven a sus respectivos países.
Algunos más cerca, otros lejísimos.
En trenes, micros o aviones.
Pero se van, y uno lo puede sentir.
Ellos lo saben también.
Cada uno, y todos a la vez.
Todos saben, y todos obran en consecuencia.
Gente que convive bajo un mismo inmenso techo, y que repentinamente se da cuenta que probablemente no se van a encontrar nunca más en la vida.
El aquí y el ahora.
La última oportunidad.
Algunos la toman, otras la dejan pasar.
Pero a todos los conmueve, los afecta.
Hubo fiestas en el cuarto.
Desfilaron chinos, japonesas, una venezolana, canadienses, estadounidenses, rusas, polacas, un colombiano, brasileros, una estoniana, una austríaca, italianos...
La puerta en estos días se abrió más que nunca para recibir visitas.

Nosotros nos quedamos 6 meses más, y somos testigos de las multiples despedidas...

no siempe hay buenos títulos...

Bueno, estoy con el bocho a full.
Maquinando, pensando, meditando, repensando y fritando un poco también.
Se viene por fin el descanso, el verano que me quedó truncado en Enero.
Se acaban los estudios por dos meses y chirolas.
Y me voy a agarrar la mochila, y me voy a ir a la mierda.
A recorrer Europa.
Sin destino fijo, caminando, haciendo dedo, viendo que me regala el mundo.
Y mientras tanto acá hay toda una camada de gente que termina su ciclo y se va.
Así que abundan las fiestas.
Y las despedidas.
Y hay un clima un poco extranio.
Gente que se quiere ir ya y al mismo tiempo se quiere quedar.
Los que vinieron conmigo y somos minoria, y quedamos un poco a contramano del resto.
Es raro.
Pero esta bueno.

Me voy a ir de mochilero!

Olor a lluvia

Que lindo que llueva.
Me encanta el olor a lluvia.
Fresquito el olor a lluvia.
Renueva el olor a lluvia.
Se lleva la pesadez de una tarde pegajosa.
Y hoy me compré una carpa y una bolsa de dormir.
Me voy a ir a pasear por Europa!

Kedves barataim...

Ayer llegué de la tierra de Drácula, de la Erdély húngara, o de la Transilvania rumana, según como se mire. Y fué un viaje espectacular.
Más allá de que pasamos la mayor parte del tiempo arriba de micro llendo de un lugar a otro. El bus gitano, nuestro segundo hogar.
Y vimos iglesias, montones de iglesias.
Y vimos montanias, montones de montanias.
Y los húngaros en Transilvania trabajan la madera de una manera incríble.
Y las comidas eran todas pesadisimas.
Y nos hospedamos en una casa de familia.
Y vimos museos, montones de museos.
Y vimos viejitos, montones de viejitos.
Y vimos húngaros, montones de húngaros!
Y eso que es otro país supuestamente.
Y también vimos lagos.
Y también vimos cuevas.
Y llovió muchísimo.
Y cada tanto nos espió el sol.
Y nos mojamos.
Y nos secamos.
Y también nos emborrachamos y bailamos hasta el amanecer.
Y anduvimos mucho en micro.
Y algunos se pelearon.
Otros se amaron.
Otros se pelearon y se volvieron a amar.
Y me volví con una sensación lindisima, de haber conocido un lugar especial, mágico.
Y también vimos castillos, no montones pero si varios.
Y también hicimos pin-nics.
Y está vez saqué fotos, porque Dodi me prestó su cámara.
La pasé muy lindo, me gustó mucho.