sábado, 31 de octubre de 2009

Zagreb

Es de noche. Miro el techo blanco en sombras en un cuarto que no es mio.
Me sangra un poco la encia, y la boca se me llena a gusto metalico.
Me abrazan.
Repaso los ultimos dias.
Paseos en bicicleta, paisajes, lagos, calles nuevas que por momentos se sienten familiares.
A la maniana siguiente miro desnudo por la ventana, parado en una cocina en un rincon del mundo, con el abrigo del sol que es el mismo en todas partes.
Miro edificios, una plaza. Una mujer sacude un mantel en una ventana. Un viejo acomoda cosas en un balcon abarrotado. Una pareja se despide eternamente en la puerta de uno de los edificios. Un ninio grita un alarido de felicidad y exitacion mientras otro mas grande, posiblemente un hermano, lo persigue.
Me siento extranio.
Viviendo la vida de otro.
Replanteo: soy el protagonista de mi propia vida, pero por momentos me distraigo y me abstraigo hasta casi convertirme en un simple espectador.
Budapest parece lejana.
Europa parece mas lejana.
Buenos Aires es una vida pasada. Un eco.
Realmente este viaje fue una recoleccion mas que interesante de vivencias.
Nose bien en que direccion, pero siento que creci enormemente.
Y en eso estoy. Aprovechando cada dia. No solo aca en este viaje. Todos los dias. Todos.

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