Camino por la calle, miro las caras de la gente, y por momento me parece estar en otro mundo, en otra galaxia, en otro universo.
Pequenias estructuras que arman un cotidiano totalmente distinto.
Diferencias mínimas, que para mi son cambios enormes.
?Qué son esos seres que pululan por esta ciudad?
?Cómo puede ser tan basto todo, que pueda llegar a la conclusión de que los húngaros tienen cara de húngaros?
Un grupo humano, una sociedad, que se construye a si misma, se automoldea, se génera una identidad y trabaja en conservarla, en cuidarla, la alimenta día a día en un sistema que ya fluye automaticamente, una enorme rueda que gira con un impulso milenario.
Los húngaros son húngaros por el simple hecho de ser húngaros.
Y acá mismo si empiezo a caminar mucho me caigo del mapa y me voy a encontrar con austríacos que son austríacos, con checos que son checos, con croatas que son croatas, y con muchos otros que son otras cosas también.
Y en la otra parte del mundo, también está mi propio mundo.
Y al mismo tiempo, cada uno viaja con su propio mundo, llevandolo encima, paseandolo mientras realiza estos viajes intergalácticos por la faz de la tierra.
Y una "crisis" parece alterar el orden.
Y una gripe despierta miedos.
?Cambiaría algo realmente si dejaran de existir las fronteras?
Y yo navego en este mar de pensamientos, en este oceano de meditaciones.
Entre ríos de preguntas y cataratas de dudas.
Lagos de existencialismo y deltas de vivencias.
Y de pronto puede pasar que aparece ella, así de la nada.
Una sorpresa que no es sorpresa, pero que no estaba en ningún plan.
Y puede pasar que mientras navegaba encontraba otras cosas.
Y a cada momento uno encuentra tantas cosas.
Y al mismo tiempo no encuentra nada.
Y a la distancia, siento los ecos de mi mundo.
Me siento lejos y cerca al mismo tiempo.
Quiero estar allá y quiero estar acá.
Quiero estar en todas partes.
Quiero tantas cosas, hay tantas cosas para querer. !Todo es tan inmenso!
Y trato de no ahogarme.
?Cómo me voy a ahogar?
Si abajo de la superficie hay otra nueva inmensidad, otro mar dentro del mar, otro cielo inabarcable, que se expande igualmente en la dirección opuesta al antes mencionado!
Un reflejo que es palpable, el otro mundo dentro del espejo.
Entonces vamos a bucear también.
Busquemos por todos lados.
Total siempre hay algo para encontrar.
Y el sexo sin amor lejos del mundo de uno es un salto al vacío, a la inmensidad más profunda de uno mismo, a los recodos más oscuros. Un precipio negro que te abraza la cabeza.
Quedo metidando, como pueden ver.
Y sigo buscando.
Y de pronto puede ser que aparezca ella.
Una sorpresa que no es sorpresa...
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Simplemnte: ¡GENIAL!
ResponderEliminarMe encanto.
Como siempre te deseo lo mejor EXITOS Guada