jueves, 16 de julio de 2009

Amigos

Dejé Basilea atrás.
Viajé con Rachid, un marroquí, en auto, desde Basilea hasta Girona.
Un poco más de 1.000 km.
Un capo Rachid, charlamos de todo, paramos un par de veces para descansar, y después de compartir como 14 horas sentados uno al lado del otro, nos despedimos para probablemente no volver a encontrarnos nunca más.
Amigos por un viaje.

Y Girona.
Que ciudad tan linda.
El barrio antiguo enamora, como dicen las publicidades para turistas: Girona m´ enamora, o algo así, como es catalán acortan todas las palabras.
Me encontré con Sol.
Pero la primer noche dormí en un hostel, porque estaba un poco complicada para recibirme.
Así que hacia ahí fuí.
Y conocí en la habitación compartida a Jon, un alemán de 31 años piloto de helicopteros, y a Sebastien, un francés de 23 recién recibido de químico.
Salimos a buscar algo de comer.
Nos sentamos en una mesita en la rambla, y yo comí la tortilla de papas más cara de mi vida.
"Debe ser grande, los turistas no saben ni que es, me pido esto y los cago"
Me cagaron ellos, malditos restaurants para turistas. Una porción me dieron. Y chiquita.
Nos terminamos la sangría.
Fuimos por unas cervezas.
Un alemán, un francés y un argentino dando vueltas por Girona.
Nos emborrachamos, mientras comenzaba a llover timidamente.
Volvimos.
Nos acostamos, pero desperté en medio de la noche.
Había vomito en mi boca y un poco en la cama.
La tortilla más cara de mi vida se escapaba.
Supongo que la sangría hizo algún efecto raro, no estaba tan borracho.
No llegaba al baño, así que despedí a la tortilla por la ventana, 4 pisos hasta un auto que descansaba despreocupado en la calle.
Me apené por el dueño, pero fué lo único que pude hacer.
Limpie mi boca y la cama, que por suerte no estaba tan suicia como creí en un principio.
Y volví a dormir, intentando quedarme en el otro costado de la cama.
Quizás si estaba tan borracho... pero el sueo pudo más, y no me importó.
A Jon no lo volví a ver, se fué temprano.
A Sebastien lo ví entre sueños dejando el cuarto.
Amigos por una noche.

Al otro día terminé de enamorarme de Girona, y me junté con Sol.
Vinimos a su casa.
Tomamos mate, charlamos, también estaban Chiqui y Anahí, que la vino a visitar.
Es extraño estar con ellos acá, tan lejos de todo.
Maschwitz teletransportado.
Amigos por una vida.

5 comentarios:

  1. muy buena piter tu viaje me esta conmoviendo , espero que cuando vengas podamos cranear un viaje por centroamerica y hacer nuestra propia pelicula. Hasta la vista baby
    Zunino.

    ResponderEliminar
  2. como diria el personaje de la obra de mechi, "es un poeta, es un poeta" saludos Diego

    ResponderEliminar
  3. Holis y feliz dia del amigo atrasadisimo.
    Que bien se te nota en este relato. espero que las sigas pasando asi o mejor (sin que se te escape nada)Guada

    ResponderEliminar
  4. iiiiiiiiiiiii
    fuerza
    canejo

    que la realidad..

    ResponderEliminar
  5. tenes abandonadisimo el blog pacheco, escribi algo no seas puto, no te saludo nada

    ResponderEliminar